El funcionamiento del biofiltro es utilizar la capacidad de las bacterias para metabolizar las sustancias olorosas transformándolas en agua y dióxido de carbono.
Esto se realiza haciendo pasar el aire a tratar a través de un sustrato que puede ser de diversa naturaleza (virutas de madera, el compost, ramitas, etc.) que se inoculan en las cepas bacterianas que son adecuadas la energía necesaria para su multiplicación alimentación de moléculas malolientes presentes en el aire a tratar.
Los biofiltros son modulares y son particularmente eficaces en la eliminación de los olores del aire resultante de compuestos organicitipicamente en las plantas de fabricación de fibra de vidrio, industrias de alimentos, alimentación, papel, petroquímica, curtiduría, granjas, mataderos, secado, eliminación de residuos, tratamiento de aguas residuales, tratamiento de lodos, etc … con una eficiencia hasta el 99%.
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